Javier Marías es
un gran escritor, pero eso no le impide equivocarse a veces en sus
razonamientos. Al menos eso nos demuestra en algunos de sus artículos de
"La zona fantasma", sección dominical que aparece en El País Semanal. Como por ejemplo
podemos comprobar en "Mira lo que hago" (30/11/2014), en el que a
partir de un hecho anecdótico empieza a reflexionar y a generalizar sobre
algunos temas como la publicidad, los móviles, las fotos, las redes sociales,
incluso sobre la psicología infantil.
La
anécdota de la que parte Javier Marías para hablar de todos esos temas es una
foto de un reportaje de Guillermo Altares —publicado el 1 de octubre en EL
País—, en el que ve a un grupo de personas frente a La Gioconda, en
el museo del Louvre. Del cual solo tres están contemplando "de veras"
el cuadro y los demás están fotografiándolo. Javier Marías critica a la gente
que retrata ese momento con "sus estúpidos móviles", y no admiran la
obra de arte que tienen frente a ellos. Javier Marías está generalizando. Es un
prejuicio, no es objetivo. Hacerse un selfie o sacar una foto a un Picasso
no impide disfrutar de la obra de arte, porque retratarse solo lleva segundos.
En
el segundo párrafo, encontramos la frase rotunda contra la publicidad: "Es
innegable que una de las causas de la imbecilización del mundo es la
publicidad". Argumenta que la gente cada vez más quiere parecerse a la
"cretinos" de la televisión, afirmando que estos son los que han
puesto de moda eslóganes como: "Yo estuve allí" y "Este es un
acontecimiento histórico e irrepetible". Javier Marías confunde lo que es
publicidad con lo que es un decir. Los dos eslóganes nunca lo hemos visto en
ningún anuncio publicitario.
Además, critica a las personas
que cuelgan sus fotos en las redes sociales, los llamas "ingenua" al creer que todo el
"mundo universo" va a contemplar sus fotografías. Pero Javier Marías,
que seguramente no tiene ninguna cuenta en las redes sociales, no sabe que no
todo el mundo puede ver las fotos que uno publica. Por ejemplo, en Facebook hay
tener una cuenta y ser amigo de una persona para acceder y ver su foto.
Finalmente, para decir que los comportamientos
de las personas que se sacan fotos para alzarlas en las redes sociales son
ingenuos, Javier Marías nos explica que tienen mucho que ver con la psicología
infantil. Argumento que los niños necesitan constantemente llamar la atención
de los padres. Generaliza. No todos los niños quieren que los padres estén
constantemente vigilando lo que hacen o no. En otra línea (risible) leemos: “El
niño necesita testigos para asegurarse de que efectivamente está en el mundo y
existe”. ¿Qué?, nos preguntamos. ¿Los niños no se sienten reales acaso? ¿Se
siente personajes de un cuento de hadas?
El lector se sorprende ante los
razonamientos de un gran escritor de Javier Marías. Pero estos de razonamientos
nos hacen sentir a veces que la gente sencilla y corriente tenemos mejor
sentido común que cualquier escritor de renombre. Somos mejores observadores.
Para leer el artículo de Javier Marías:
Y el reportaje de Guillermo Altares: