domingo, 5 de octubre de 2014

Maiakovski: poesía y publicidad


“Sueño de Maiakovski”

Maiakovski soñaba con el día
en que la poesía se imprimiese en las paredes de la gran ciudad.
Grandes letras borrachas enunciando
verdades como puños, puñetazos de verdad.
Y frases lapidarias exaltando a transeúntes dormidos
o poniendo coraza a los mendigos.
Eslóganes mágicos que susurrasen
a los enamorados lo que sentían aunque no supieran decirlo,
y ofrecieran aliento a los enfermos.
Versos potentes como golpes de luz solar
en el cerebro nocturno de los ciegos.
Versos que fueran
el boca a boca que salva a una bañista
rescatada por un desconocido
de las aguas del tedio y le enseña,
después de salvarla,
lo que vale vivir.

La poesía es útil, soñaba Maiakovski.
Es útil como un golpe de kárate que para en seco a un agresor.
En los cafés, de madrugada,
gritaba, se encendía,
y daba bofetadas por doquier:
La poesía es útil  si diciendo verdades como puños
de puñetazos de verdad.
Esto decía a carcajadas el poeta Maiakovski.
Y luego se apuntó en el corazón
y por un agujero del bolsillo
se derramó el minuto que le quedaba.

La poesía es útil, soñaba Maiakovski.
Soñaba con el día
en que la poesía se imprimiese
en las paredes de la gran ciudad.
Grandes letras borrachas enunciando verdades como puños.

Y ahora, paseamos por las calles del centro,
y míralo,
esto es lo que nos queda de aquel sueño,
versos fundamentales de la época
gritando en las paredes del ahora:

la chispa de la ida,
just do it,
ahorra o nunca,
impossible in nothing,
¿te gusta conducer?
Hay cosas que el dinero no puede comprar.

           
Antes de hablar del poema, conviene aclarar que Maiakovski fue un poeta ruso, soviético, revolucionario, con ideas futuristas, vanguardista, contrario a los burgueses y que en 1923 se suicidó en la capital rusa. Juan Bonilla había escrito una biografía del poeta ruso, Prohibido entrar sin pantalones, además de despertar de nuevo el interés de los nuevos lectores por  Maiakovski, con esta obra ganó la I Bienal de Novela Mario Vargas Llosa. Está bastante claro que Juan Bonilla conoce perfectamente la vida y las ideas que defendía el poeta ruso.
El “Sueño de Maiakovski” pertenece al libro Hacho en falta (Visor, 2014), es un poema que tiene dos partes fundamentales. Primera abarca las tres primeras estrofas, donde el poeta nos presenta las ideas que defendía Maiakovski, es decir, sus sueños: “que la poesía se imprimiese en las paredes de la gran ciudad”, que los versos enunciaran “verdades como puño”, “frases lapidarias”, “Eslóganes mágicos” que “ofrecieran alientos a los enfermos”. Maiakovski soñaba con una poesía necesaria.
El primer verso de la segunda estrofa resume todo lo que Bonilla citaba en los primeros versos: “La poesía es útil”. El poeta nos describe a ese personaje que fue Maiakovski, problemático y rebelde: “En los cafés, de madrugada / gritaba, se encendía, / y daba bofetadas por doquier”. En otros versos Bonilla alude al suicidio del vanguardista: “Y luego se apuntó en el corazón / y por un agujero del bolsillo / se derramó el minuto que le quedaba”. Ese ideal que soñaba el poeta revolucionario se quedó también parado con su muerte.
La tercera estrofa repite con alguna variaciones los cuatros primeros versos de la primera estrofa.
La segunda parte del poema la conforman las dos últimas estrofas, la quinta y sexta.
La estrofa quinta, que comienza con el adverbio temporal “ahora”, separa el tiempo de Maiakovski, el ayer, del hoy, de nuestra actualidad. Ahora caminamos por las calles de la ciudad, dice Bonilla, y vemos “…lo que nos queda de aquel sueño, / versos fundamentales de la época / gritando en las paredes del ahora”, en las paredes del presente. El sueño de Maiakovski es hoy una realidad, pero notamos la ironía de Bonilla en esos últimos versos que cita, versos que hoy cubren la paredes “del ahora”: la publicidad. Leemos: “la chispa de la vida” (Coca Cola), “just do it” (Nike), “ahorra o nunca”, que podría eslogan de un banco, pero lo más seguro es que se refiera a un ahorro energético, de HC, por ejemplo; otro verso publicitario es “impossible is nothing” (Adidas), etc.
¿Esto versos “fundamentales de la época” cumplen el sueño de Maiakovski? Dudamos, porque el poeta anhelaba una poesía sin fines comerciales. No a favor de los grandes capitales, sino que fuera útil para los más necesitados. Si Maiakovski se despertara ahora, se volvería a suicidar viendo qué han hecho con su sueño revolucionario. 

1 comentario:

  1. Está muy bien el texto, pero hay que corregir algunas erratas ("Hacho" por "hecho") y revisar la sintaxis.
    Sobra el "comentemos" del principio, eso se da por supuesto.

    JLGM

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