En Un
velero Bergantín (Visor, 2014), el poeta granadino, Luis García
Montero comenta su poema “Mujeres”, publicado en Habitaciones separadas (1994). El poeta explica que su poesía es
una “estirpe de Baudelaire”. El ambiente urbano (la ciudad, los paseos…), es
decir, la realidad cercana al hombre está presente en sus versos.
García Montero nos
explica cómo le había surgido el poema. El origen tiene que ver con algo que él
había vivido. El encuentro con una amiga, la mañana en una parada del autobús,
el despertador, el grupo de mujeres que ve desde su asiento en el autobús, todo
ellos es materia prima que toma el poeta para crear su poesía. Es un ejemplo de
la poesía de la experiencia. No solo se inspira en la realidad, sino también
bebe de poemas otros autores, en este caso de “Albada” de Jaime Gil de Biedma.
Es decir, su poesía sigue una tradición. El poeta es un gran lector y tiene sus
maestros. “Yo volví los ojos al poema de Jaime Gil de Biedma para escribir otro
despertar…”, nos confiesa.
En el poema “Mujeres”,
el poeta utiliza como fuente de inspiración la publicidad. Para él la
publicidad es mentira, un mundo inventado (como si los escritores no inventaran
mundos) y solo la verdad de la ficción es real. “La verdad de la ficción tiene
poco que ver con la mentira de la publicidad”, escribe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario